Los peores momentos
son a su vez los mejores. Cuando estás abajo te das cuenta de todo la mierda de la
que te tienes que deshacer para poder subir a lo más alto. El golpe seco contra
el muro duele más que ninguno. Quizá porque no te esperabas muchas cosas que
solo suceden en estos momentos, y es que es así, toda la mierda sale siempre a
flote.
Las lecciones están ahí para aprender de ellas. Cierto es
que ya no puede uno fiarse de nadie. Y que quien más creías que iba a estar no
esté duele más que nada. ¿Existe la amistad? Yo creo más en la competencia.
Todos quieren un buen hueco en el mundo, y que quien más tiene sea el peor de
todos, es tan absurdo como irreal.
Ahora pienso en la idea de explicar a alguien que no sepa
nada de la vida, las verdades de ésta. Creo que al principio no me creerían.
Incluso me tomarían por loca. En que cabeza inocente cabe la más mínima idea de
corrupción, egoísmo, y falsedad.
Desde aquí aprovecho para mostrar mi más absoluto asco al
materialismo.
Y a todos aquellos que me han fallado, gracias.
-V
Ouch, eso duele. Pero la vida es Ironía, es absurda. Y hay que reirse de los que solo saben competir, pobres infelices, y disfrutar nadando en la mierda.
ResponderEliminarY la amistad existe, y muchas más cosas. Existen de verdad, al menos puedes estar segura,si estas segura de que existen en ti. Pero claro y como vamos a estar seguros de nada verdad?
Además, tras uno de esos momentos de los que hablas, cuando acaba la tormenta, lo que queda en pie se ve más brillante y hermoso. Aunque puede que no a simple vista, porque ya sabes, después de una tormenta siempre permanece una niebla, que lo cubre todo...